Marilyn Monroe fue la personificación del glamour de Hollywood por excelencia. Su inmenso atractivo fue capaz de conquistar el mundo, pero a pesar de su belleza seductora y sus curvas voluptuosas, Marilyn fue mucho más que un símbolo sexual de los 50. Su mirada inocente junto a su innata sensualidad hizo de su imagen un ícono de admiración mundial por más de un siglo. Hoy su espíritu brilla junto el prestigio de su inigualable imagen de legendaria diva.
miércoles, 19 de noviembre de 2008
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1 comentario:
relmente fue la mejor, todavia ninguna a logrado igualarla. saludos felipe.
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