
Marilyn Monroe fue la personificación del glamour de Hollywood por excelencia. Su inmenso atractivo fue capaz de conquistar el mundo, pero a pesar de su belleza seductora y sus curvas voluptuosas, Marilyn fue mucho más que un símbolo sexual de los 50. Su mirada inocente junto a su innata sensualidad hizo de su imagen un ícono de admiración mundial por más de un siglo. Hoy su espíritu brilla junto el prestigio de su inigualable imagen de legendaria diva.
1 comentario:
relmente fue la mejor, todavia ninguna a logrado igualarla. saludos felipe.
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